El rincón graciosero
El terreno de la Isla.En la isla no había carreteras, sólo sendas propias para camellos o para vehículos todo terreno. En el tiempo de antes, el parque insultar lo componían tres Land Rovers, dos camiones, una furgoneta pequeña y dos ciclomotores. Uno de los camiones hacía la recogida de la basura, la poca basura que antes no habían recogido las cabras en su constante deambular por las calles del poblado. Las reglas del código de circulación eran estrechamente respetados a pesar de que nadie parecía tener carnet de conducir. Pero si alguien se extralimitaba, allí estaba “El Palo” para poner un toque de atención.
El terreno comunal de La Isla era del Ayuntamiento de Teguise, pero durante el régimen franquista, allá por el año 1965, se ofreció y transmitió la propiedad al Estado para realizar un gran complejo turístico. Por suerte, la sustitución del ministro Fraga por el ministro Sánchez Bella dejó el ambicioso proyecto en algún olvidado cajón del entonces ministerio de Información y Turismo. La propiedad de La Isla pasó al patrimonio del Estado, y ahí sigue coleando el contencioso entre el Estado, el Ayuntamiento de Teguise y el pueblo graciosero, que aspira a convertirse en comunidad municipal menor, rompiendo así las trabas presupuestarias que lo citan a Teguise y que frenan su independencia política y administrativa frente al municipio conejero.
Pero al pesar de todo, al vernos en aquella ocasión, los gracioseros se salvaron de ver su isla invadida por una masa cuatro o cinco mil turistas que en poco tiempo hubieran deteriorado los veinticuatro kilómetros cuadrados de su superficie y su mar circundante.
Hoy día, la isla es propiedad del estado, de forma que los gracioseros sólo pueden ser propietarios de la parcela reducida donde edifican su casa.
Los nacidos allí no pueden asentarse definitivamente en la isla, solamente cabe la posibilidad de adquirir una vivienda a un graciosero que se ausente. Con ello la inmigración es muy reducida y prácticamente solo los factores vegetativos invaden en el crecimiento poblacional; hay una relativa alta natalidad y el índice de mortalidad es bajo.
Historias de nuestra Isla.